MITOS Y REALIDADES DE CORRER POR LA PLAYA

El primer sol de la mañana o el último del día, las olas rompiéndose en la orilla, las gaviotas aquí y allá… Cómo no va a apetecer correr por la playa, ¿verdad? En este artículo te contamos qué tienes que tener en cuenta y qué hay de verdad en todo lo que se dice de correr por la arena.

Correr por la playa es una experiencia maravillosa, que va mucho más allá de simplemente ejercitar el cuerpo, ya que combina los beneficios del ejercicio cardiovascular con la belleza y la tranquilidad del entorno. Esto hace que la experiencia de correr por una playa no sólo revitalice el cuerpo sino también la mente. Eso sí, si se trata de una superficie nueva, tómatelo con calma y analiza tus sensaciones.

Vamos a ver todo lo que se dice de esta actividad, qué beneficios tiene y cómo hacerlo.

Mitos de correr por la playa

No te creas todo lo que dicen por ahí; hay muchos bulos sobre correr por la arena y muchos de ellos no son ciertos, ni para bien ni para mal. Aquí vamos a analizar los principales.

  • Mito 1: Correr en la arena es más fácil que correr en superficies duras. Muchas personas creen que correr en la arena es más suave para las articulaciones y, por lo tanto, más fácil que correr en superficies duras como el asfalto. Sin embargo, puede ser todo lo contrario. La arena suelta y desigual puede aumentar el riesgo de lesiones sino tienes cuidado, ya que al ser los apoyos sobre superficies irregulares, requiere un mayor esfuerzo muscular y, por tanto, causar cargas adicionales en las articulaciones. Si vas a correr por la playa, y tienes alguna lesión o molestia, aunque sean ligeras, acuérdate de consultarle a tu fisioterapeuta y tratártelas con terapias preventivas antes de empezar, para evitar lesiones.
  • Mito 2: Correr descalzo en la playa es beneficioso para los pies. Algunas personas sostienen que correr descalzo en la playa fortalece los músculos del pie y mejora la técnica de carrera. Si bien es cierto que correr descalzo puede tener algunos beneficios, como fortalecer los músculos intrínsecos del pie, hay que tener cuidado por el riesgo a lesiones como cortes, quemaduras solares o esguinces y otras lesiones que sobrecarguen  articulaciones ya lesionadas (juanetes, dedos en garra, hallus rígidos etc.)
  • Mito 3: Correr cerca del agua salada es bueno para la recuperación muscular. Se dice que correr cerca del agua salada puede ayudar en la recuperación muscular debido a las propiedades terapéuticas del agua salada. Aunque sumergirse en el agua después de correr puede tener beneficios para reducir la inflamación y relajar los músculos, correr cerca del agua salada no proporciona necesariamente estos mismos beneficios.

Beneficios de correr por la playa

Por supuesto, correr por la arena tiene muchas cosas buenas, y estas son algunas de ellas:

  • Entrenamiento Cardiovascular efectivo: Correr por la playa es un excelente ejercicio cardiovascular que ayuda a fortalecer el corazón, mejorar la circulación sanguínea y aumentar la resistencia física.
  • Fortalecimiento especifico y aumento de la potencia muscular del tren inferior: La resistencia adicional requerida al correr sobre la arena suelta y desigual también puede ayudar a tonificar, y potenciar los músculos de las piernas y glúteos de manera más efectiva que correr en superficies duras.
  • Conexión con la naturaleza: La playa ofrece un entorno naturalmente hermoso y relajante, que puede tener un impacto positivo en tu estado de ánimo y bienestar mental. Correr junto al mar, sintiendo la brisa en tu rostro y escuchando el sonido de las olas, puede ser una experiencia terapéutica que te ayude a reducir el estrés, mejorar tu estado de ánimo y aumentar tu sensación de calma y claridad mental.
  • Una mayor quema de calorías: Correr sobre la arena requiere un mayor esfuerzo físico debido a la resistencia adicional del terreno inestable (es un terreno blando). Esto significa que puedes quemar más calorías en comparación con correr en superficies duras. Esto es bueno si lo que estás buscando es perder peso o mantenerte en forma.
  • Fortalecimiento del core y equilibrio: Al correr sobre un terreno tan irregular como la arena de la playa, tu cuerpo necesita activar los músculos estabilizadores del core (abdomen profundo) y glúteos para mantener el equilibrio y estabilidad. Esto puede ayudar a fortalecer los músculos abdominales, lumbares y de la pelvis, además de las piernas (se fortalecen) y se mejora la postura y se reduce el riesgo de lesiones. Es como un entrenamiento de resistencia, pero en un entorno inigualable.
  • Mejora del rendimiento: Al aumentar la fuerza y la estabilidad en las piernas, se mejora también el rendimiento, ya que tendrán más impulso en cada zancada y eso hará que corras más rápido en el asfalto, por ejemplo.
  • Sensación de libertad y aventura: Correr por la playa te brinda una sensación de libertad y aventura al explorar nuevos paisajes naturales y desafiar tus límites físicos. La combinación de aire fresco, sol y mar crea un ambiente estimulante que puede inspirarte a superarte a ti mismo y disfrutar al máximo de cada carrera.

Qué zapatillas usar si vas a correr por la playa

Las zapatillas de running de trail son las más aconsejables para correr por la arena de la playa. Por supuesto, también puedes utilizar las que uses en tu entrenamiento habitual; lo que sí que es recomendable es llevar un par de recambio, por si se te mojan o se te llenan de arena.

Una cosa a tener en cuenta es que, como corres por terreno irregular, es necesario llevar unos protectores alrededor del tobillo. Así evitarás que se te metan en la zapatilla piedrecitas o arena.

Consejos para correr por la playa

Si bien correr en la playa puede ser una experiencia muy gratificante a muchos niveles, es importante hacerlo con precaución. Es fundamental escuchar a tu cuerpo, ajustar tu técnica de carrera a las condiciones del terrero y tomar las medidas necesarias para prevenir lesiones.

Además, puede que correr por la playa nos parezca idílico en la cabeza, pero no es tan fácil, ya lo vas a ver. Aquí van algunos consejos que te vendrán bien:

  • Si piensas correr en la playa durante el verano o en cualquier época del año, habla primero con tu fisioterapeuta, para ver cómo prepararte y evitar lesiones o saber todos los trucos para realmente salir beneficiado y no con una lesión.
  • Si la arena es blanda, haz sesiones de running más cortas. En la arena blanda, los pies se hunden, tendrás que esforzarte más y avanzarás más despacio. Las sesiones largas hazlas por el paseo marítimo o más cerca de la orilla, donde la arena está más dura.
  • Si hay pendientes en la playa, acuérdate de ir cambiando de dirección. No es bueno correr en una sola dirección porque la pierna más cercana al agua queda sometida a una presión mayor que la otra. Para equilibrar el esfuerzo, haz tramos más cortos en direcciones opuestas.
  • Comprueba la marea antes de salir, no vaya a ser que te lleves una sorpresa.
  • Protégete del sol y evita salir a correr en las horas que mas aprieta el sol y el calor. Los golpes de calor en el organismo pueden resultar letales.
  • Hidrátate mucho, bebe toda el agua que necesites.
  • Utiliza ropa cómoda que te permita los movimientos naturales de tu cuerpo.
  • Para evitar la aparición de ampollas en los pies, puedes darte vaselina y, también, proteger los tobillos para que no entren arenilla ni piedrecitas.
  • Piensa. Esto es inevitable cuando corres, pero en la playa es más aún increíble porque delante de ti no hay una cuesta ni tienes que torcer la esquina; sólo tienes el horizonte. Despejar la mente así, no tiene precio.

*En cualquier caso, si te surgen dudas de cómo correr por la arena, cómo prepararte para correr y evitar lesionarte, llámanos y te ayudamos.

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