Cada mañana te levantas de la cama y, al dar los primeros pasos, te duele horrores en la zona de la planta del pie… Puede que no te duela todo el rato, o al estar mucho rato de pie o cuando te levantas después de haber estado sentado, ¿te suena? Una de las razones de este dolor puede ser la FASCITIS PLANTAR. ¿Sabes lo que es?
La FASCITIS PLANTAR es la inflamación de la fascia plantar, ese tejido grueso que conecta el hueso del talón con los dedos de los pies y que atraviesa la planta del pie. Los factores que pueden provocar que el tendón se pueda inflamar y doler son:
- Sobrecargas previas en los músculos de los gemelos y el soleo, derivadas de estar mucho tiempo de pie o por determinados ejercicios y deportes que provocan mucha presión sobre la planta del pie y el talón y sobre los tejidos adheridos (por ejemplo, carreras de larga distancia, danza aeróbica, ballet, pádel, futbol, baloncesto, etc.).
- La propia mecánica y estructura del pie (pies planos, pies cavos, la manera de caminar, un arco alto…).
- Tener sobrepeso hace que recaiga sobre los pies y las articulaciones mucha presión.
- Estar mucho tiempo de pie a lo largo del día también puede afectar.
- Utilizar un calzado poco adecuado para cada actividad (calzados muy planos o de suela muy fina y rígida).
- Durante el embarazo también puede aparecer la FASCITIS PLANTAR, sobre todo durante la última fase del mismo
- Es muy frecuente en mujeres que durante el invierno van con tacones o zapatos con cierto alza y, cuando llega el verano, cambian a calzado más bajo y plano (manoletinas, chanclas finas, alpargatas). En verano también es más frecuente andar descalzo (por casa, piscina) y eso afecta.
Razones por las que ignorar la fascitis plantar es una mala idea:
- Cuando existe dolor en cualquier parte del cuerpo siempre es conveniente no dejarlo pasar y acudir al especialista, para poder atajarlo y curarlo. En el caso de la FASCITIS PLANTAR, hay varias razones de peso por las que conviene tomar medidas cuanto antes:
- El dolor puede ir a más y acabar siendo diario, lo que dificulta las actividades cotidianas y también la vida deportiva.
- Muchas veces, para evitar el dolor, se acaba modificando la forma de caminar y eso puede conllevar a medio plazo problemas en el pie, la rodilla, la cadera o la espalda.
- El dolor puede también afectar a tu estado de ánimo: vivir con dolor es un engorro, sobre todo si se puede evitar.
- La FASCITIS PLANTAR se puede acabar cronificando, si no se trata, y puede dar origen a lesiones más graves como es el “espolón calcáneo” o la “fasciosis plantar”.
Cómo se detecta la fascitis plantar
Lo primero que haremos será un examen físico del pie y de la musculatura posterior de la pierna (gemelos e isquiotibiales). Así, localizaremos exactamente los puntos de dolor. Si estamos ante una FASCITIS PLANTAR, es probable que haya sensibilidad al presionar el talón o en su parte anterior, y un enrojecimiento e inflamación de la zona.
En ocasiones, en caso de dolor muy intenso, realizaremos una ecografía con la que se pueda descartar o confirmar una rotura total o parcial de la fascia plantar y así poder definir el tratamiento a seguir. En algunos casos puede incluso hacerse una radiografía para ver si, además de la FASCITIS PLANTAR, pudiera haber un espolón calcáneo.
En ocasiones es recomendable acudir también al podólogo, para hacer un estudio de la pisada para detectar posibles anomalías biomecánicas al andar por si es conveniente hacerse unas plantillas a medida; esto ayuda a que la FASCITIS PLANTAR no se cronifique, facilite y acelere su recuperación y evite recaídas.
Recomendaciones a seguir para recuperarte de una fascitis plantar.
- Acudir siempre al fisioterapeuta. Los tratamientos con masoterapia, punción seca, diatermia e incluso EPI (si hubiera cronificación), dan excelentes resultados.
- Aplicar hielo en la zona un par de veces al día, durante más o menos 10 minutos.
- Medicamentos antiinflamatorios (ibuprofeno, por ejemplo), siempre bajo prescripción médica.
- Evitar utilizar zapatos muy planos y/o de suela fina y rígida (tipo malonetinas o mocasines de suela fina) ya que los impactos directos afectan mucho. La mejor opción es un zapato ancho, cómodo y con buena amortiguación en la suela y, preferentemente, con un poco de alza.
- Hacer ejercicios de estiramientos en casa prescritos adecuadamente por un profesional (fisioterapeuta).
Cómo prevenir la fascitis plantar
Antes de que ocurra y la FASCITIS PLANTAR llegue a tu vida, hay cosas que puedes hacer para prevenirla:
- Evitar el sobrepeso.
- Usar siempre calzado adecuado para cada actividad (caminar, hacer deporte, impactos…) evitando lo más posible los zapatos de suela plana, rígida y fina.
- Si vas a realizar actividades deportivas, combinar diferentes ejercicios para no impactar todo el rato en la zona.
- No estar mucho rato seguido de pie y alternar la posición.
- Si sales a correr, elegir terrenos blandos y lisos (huye del asfalto).
- Hacer estiramientos específicos de soleo y gemelos siempre que se haga ejercicio físico y de vez en cuando también en casa, durante la actividad cotidiana. Es recomendable tener una buena elasticidad muscular de las piernas.
- Siempre viene bien tener unas plantillas personalizadas, hechas a medida de las necesidades de la pisada de cada uno, sobre todo para hacer deporte.
Qué ejercicios ayudan a estirar la fascia plantar o para liberar tensión en la zona
Cuando vengas a la consulta de tu fisioterapeuta, te recomendará rutinas específicas para tu situación personal, pero estos son algunos de los más habituales cuando la FASCITIS PLANTAR aparece:
- Ejercicios de estiramiento de soleo y gemelos.
- Estiramientos manuales específicos de la fascia plantar (ejercicios de rodillo sobre la planta del pie, etc.)
- No está de más combinar también estos dos ejercicios anteriores con estiramientos de la parte posterior del muslo (isquiotibiales).
Si la FASCITIS PLANTAR está amargándote la vida, llámanos y hablamos.